Un divo es un divo siempre. En cualquier circunstancia. Y Prince lo es. Si el común de los mortales (y de las estrellas del mundo del espectáculo y el deporte) tienen fotos normales en sus documentos de identidad, el genio de Minneápolis no. Él se pone en el pasaporte una foto retocada digitalmente, algo que, en teoría, está prohibido, aunque sea para estar más guapo.
Es más, Prince la ha compartido con sus seguidores de Twitter. Se le ve maquillado, con 'eyeliner', máscara de pestañas, poniendo morritos por aquello de no mostrar arrugas... Nadie diría que tiene 57 años. Ayuda el retoque digital, que se puede apreciar en las puntas de la melena difuminadas y en los pómulos, sin rastro alguno de imperfecciones.