El culebrón de la boda que en el 2010 realizaron la octogenaria diva italiana Gina Lollobrigida y el empresario Javier Rigau, 34 años más joven, parece haber acabado.
Un juez de Barcelona ha archivado la acusación de la estrella que afirmaba que le habían falsificado la firma en unos poderes notariales. Según los informes periciales, es auténtica. En Roma se está llevando a cabo otro juicio sobre el mismo asunto. La actriz declarará el 17 de septiembre.