La cancillera alemana, Angela Merkel, ha pasado las vacaciones de Semana Santa en Italia, concretamente en la isla de Ischia, lugar que ya eligió en años anteriores para transcurrir este periodo de reposo.
La llegada de Merkel se produjo el viernes, el mismo día en que el presidente italiano, Giorgio Napolitano, inició una nueva ronda de consultas con las principales fuerzas parlamentarias tras el fracaso del líder progresista Pierluigi Bersani de formar nuevo gobierno.
Merkel desembarcó en Ischia, frente a las costas de la sureña Nápoles, junto a su marido a media tarde procedente de Pozzuoli (Nápoles) y se dirigió a la localidad de Sant Angelo, donde se ha alojado en medio de un gran dispositivo de seguridad.
"Cuando viene a Ischia lleva una vida muy apartada, en compañía de sus amigos. Durante sus salidas se mezcla con otros turistas, buscando pasar desapercibida, como demuestra su carácter de mujer reservada", explicó el alcalde del municipio de Forio, en Ischia, Franco Regine.
En declaraciones recogidas por los medios de comunicación italianos, Regine comentó que durante las vacaciones de Pascua de hace algunos años Merkel participó en el tradicional rito del Calvario de Jesucristo como una fiel más. "Algunos aseguran haberla visto entre los otros fieles. Participaba como una turista normal en la vida de la isla", subrayó.