Un ladrón con pocas luces

El aspirante a caco pensó que el sistema antirrobo de las tiendas de telefonía móvil no se le resistiría

El aprendiz a ladrón pensó que corriendo podría robar el teléfono sin problemas. / periodico

Un joven intenta robar un teléfono móvil mientras la dependienta está distraída. El aprendiz a ladrón quizás no se da cuenta de que el teléfono está protegido por un sistema antirrobo o bien confía en que podrá arrancarlo de golpe.

Las cámaras de seguridad de la tienda muestran cómo el joven mira hacia atrás para tener controlada a la dependienta y, en un momento determinado, agarra el móvil con fuerza y se dispone a salir corriendo. Pero inesperadamente hay algo que impide su hurto: un cable de acero que sujeta la base del teléfono.

Salida avergonzado

El dispositivo, intacto y enganchado a la mesa de la tienda, desconcierta al ladrón. Sorprendido, se acerca a la mesa para ver lo que ha sido capaz de detener su carrera y el robo. La dependienta se percata y se dirige hacia él. No se sabe qué se dicen, pero el aspirante a ladrón baja la cabeza y sale desanimado del establecimiento, sin conseguir su cometido.