Es el Jefe, pero al igual que otros ídolos caminó al borde del precipicio. En un reportaje publicado por la revista estadounidense'The New Yorker',Bruce Springsteen confiesa que sufrió unadepresión en los años 80 y que incluso tuvopensamientos suicidas.
El periodista David Remnick se convirtió en la sombra del músico durante unos meses --desde los primeros ensayos de la gira 'Wrecking Ball' hasta el inicio de la 'tournée' europea, pasando por los momentos más íntimos en su casa de Nueva Jersey-- y logró arrancarleconfesiones inéditas que ahora ha plasmado negro sobre blanco.
En la cima del éxito,Springsteen se dejó llevar "por el pánico y el autodestrucción". "Mis problemas no eran tan evidentes como los problemas de droga, pero eran igual de peligrosos", afirma elrockero a sus 62 años. El pozo en el que había caído era tan hondo, que en 1982 tuvo que recurrir a un terapeuta, que aún hoy visita.
"Se sentía unsuicida", afirma su amigo y briógrafo Dave Marsh. "Ladepresión no fue sorprendente de por sí. Fue como un viaje en cohete, de la nada a algo, y ahora te están besando el culo día y noche. Podías comenzar a tener conflictos internos sobre la verdadera valía de todo eso", añade.