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RECOMENDACIONES SEGÚN LAS EDADES Y LAS PREFERENCIAS

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Ciertos autores detestan la clasificación de lecturas por edades. Sin embargo, para muchos padres y madres es la única referencia --aunque algunos la conviertan en religión-- que tienen para aconsejar libros a sus retoños. Con todo, no se tomen los consejos al pie de la letra; es mejor ser flexible y dejarse guiar por el librero o la bibliotecaria.

1. Poesía y cuentos para leer en la cama

Para los más pequeños, nada mejor que una buena selección de poesía, algo que Miquel Desclot conoce bien y con lo que nos deleita en Poesies amb suc (La Galera, 2008). También alguna receta llena de cariño y creatividad para leer en la cama con nuestros hijos: Ernest, de Lola Casas (Serres, 2007) o No es una caja, de Antoinette Portis (Factoria K de libros, 2008). Y, para poder descansar durante la siesta, nada mejor que Mi álbum de fotos para dibujar y colorear / El meu àlbum de fotos per dibuixar i acolorir de Pascale Estellon (Blume, 2008).

2. 'Libros de mayores' con algunos dibujos

Los lectores que están entre Pinto y Valdemoro, es decir, que ya han pasado a los libros de mayores pero todavía necesitan dibujos, se pueden ir entrenando con El paraigua vermell en una casa blanca, de Pere Pons (Baula, 2007), o con las historias de Rita, creadas por Mikel Valverde, como La Rita tenista / La Rita tennista (Macmillan, 2007). Como colofón, también pueden conocer los secretos del mundo en A mitja nit, de Toon Tellegen (Cruïlla, 2007).

3. Visita al complejo mundo adolescente

Hay lectores que se encuentran en el complejo mundo adolescente, a un paso de la primera menstruación o del primer afeitado. Para ellos, no hay nada mejor que divertirse con las historias de Rafik Schami y su ya bregado Narradores de la noche / Els narradors de la nit (Siruela, 2001 / La Magrana, 1991), o sacudirse de prejuicios con la lectura de Huida al sur / Fugida al sud, de Juan Madrid (Edebé, 2008).

Si el objetivo es dar el salto a las colecciones de adultos, pueden sucumbir ante el ingenio de Una lectora nada común / Una lectora poc corrent, de Alan Bennett (Anagrama / Empúries, 2008).

4. Para los lectores desengañados

Para los que, tras un desengaño, quieran dar una segunda oportunidad a la lectura, nada mejor que novelas gráficas como Emigrantes, de Shaun Tan (Barbara Fiore, 2008), Persépolis, de Marjane Satrapi (Norma, 2006), o La invención de Hugo Cabret / La invenció de l'Hugo Cabret, de Brian Selznick (Cruïlla, 2007).

5. Aprovechar el tirón de los clásicos

Las celebraciones también son una excusa para recuperar clásicos: los 25 años del nacimiento de Les tres bessones, de Roser Capdevila; los 50 años de Mortadelo y Filemón, de Francisco Ibáñez, así como de los queridísmos Pitufos / Barrufets, de Pierre Culiford; los 60 veranos que hace que la Pippi Längstrump de Astrid Lindgren se marchó a los mares del sur, o los 150 del nacimiento de Selma Lagerlöf, primera mujer en obtener el Nobel y autora de El maravilloso viaje de Nils Holgersson por Suecia/ El viatge meravellós d'en Nils Holgersson per Suècia.

6. Nostalgia por cuentos del pasado

Y si alguien siente nostalgia en las largas noches veraniegas, puede regresar a sus lecturas de juventud con la reedición de las historias de Las mellizas en Santa Clara, de Enid Blyton, o rememorar las aventuras de Salgari, Verne o Dumas con las colecciones Historias selección y Joyas literarias juveniles (Zeta Bolsillo y Ediciones B), conocidas popularmente como los clásicos juveniles Bruguera.

7. Y, como colofón, un paseo por la red

Si se dispone de un ordenador conectado a internet, se puede ampliar la selección consultando las webs www.sol-e.es, www.clijcat.cat/faristol, www.cavallfort.cat, www.diba.cat/chilias y www.rosasensat.org.