"Cuando salió el álbum de las chicas le pedí a mi abuelo si me lo podía comprar porque me hacía mucha ilusión. Me hace ilusión tenerlo. Mucha", dice Vinyet con timidez: solo tiene diez años. Responde al acabar el entreno, en el campo de fútbol de Torelló (Osona). Ha comenzado a jugar este curso: hasta ahora hacía atletismo, en la pista que cerca el campo, y corría mirando a los niños que jugaban al fútbol, cruzando los dedos para que algún balón cayera al tartán para poder devolverlo. Le encanta el fútbol desde siempre: es la única niña de su clase que juega al fútbol en el recreo. Y le encanta coleccionar cromos, aunque hasta ahora siempre habían sido masculinos.