La cuenta atrás de la venta del Manchester United

El Manchester United vuelve a ser pretendido. Querido lo ha sido siempre, y su condición de ser el club más seguido en el planeta, o eso cuenta la leyenda, le ha concedido una estabilidad imprescindible mientras dura –se van a cumplir diez años de la última Premier conquistada- su travesía por el desierto de los títulos. Vuelve a ser pretendido, vuelve a ser cotizado, y por eso está en venta. En plena cuenta atrás para cambiar de manos, para alegría de los aficionados que nunca quisieron al propietario. La concepción del club como negocio fue uno de los motivos por el que fue comprado en 2005 por la familia estadounidense Glazer. El United había ganado siete títulos de liga en 12 años y ganó cinco más en las siguientes ocho temporadas.…. Ninguna más desde 2013. Ahora, emitiendo señales de recuperación futbolística aunque la deuda supera los 500 millones de euros, los Glazer, que se sienten repudiados desde hace mucho tiempo, han puesto al club en el mercado. Plazo flexible El viernes expiró el plazo para la presentación de ofertas, una gestión que la familia Glazer ha delegado en el Raine Bank, un banco de inversión. Son seis hermanos (Joel, Avram, Edward, Kevin, Darcie y Bryan), de los que Joel y Avram mandan. Ese plazo no era taxativo, sino orientativo, con lo que se sospecha que la parentela promueve la subasta para hallar el mejor postor; esto es, el mayor beneficio posible para ellos. El patriarca, Malcom Glazer, compró el United por casi 900 millones. Se estima que el precio fijado por sus hijos es de 6.000 millones. Malcom murió en 2014. Le legó también entonces la propiedad del Tampa Bay Buccaneers, el equipo de fútbol americano de la NFL. Los Al Thani de toda la vida Inexorable la venta, y con nula capacidad de actuar, los colectivos de aficionados prefieren mirar al césped, ahora que da gusto ver al equipo, que al palco. Los interesados, los dos conocidos, han exhibido ilusionantes promesas electorales, pero ninguno de los dos goza del unánime entusiasmo popular. El Manchester United Supporters Trust, un colectivo que agrupa a 150 grupos de aficionados, pide cariño y diálogo. Una oferta procede, cómo no, de Qatar. Del jeque Jassim bin Hamad al Thani, de 44 años, presidente del Banco Islámico de Qatar. Sí, de los Al Thani de toda la vida, hijo del emir y hermano de Tamim bin Hamad al Thani, presidente de Qatar Sports Investments (QSI), a la sazón propietario del París Saint Germain. La compra se efectuaría a través de la fundación Nine Two y no solo retiraría toda la deuda del United, sino que la oferta incluye "la inversión en los equipos de fútbol, el centro de entrenamiento, el estadio y una infraestructura más amplia, así como mejorar la experiencia de los aficionados y los grupos que apoyan el club”, según el comunicado de la fundación. El grupo de aficionados LGBTQ del United, Rainbow Devils, ya expresó su "profunda preocupación" por el interés cataría, al que pide "comprometerse a hacer del fútbol un deporte para todos, incluidos los seguidores, jugadores y personal LGBTQ+". Riesgo de incompatibilidad La hipotética adquisición del United por parte de la misma estirpe cataría generaría un dilema a la UEFA para discernir si existe incompatibilidad o un serio riesgo de competencia, ya que no permite que un mismo dueño posea dos clubs que puedan jugar en las mismas competiciones. Formalmente no sería el mismo... Un riesgo que se produce con el otro ofertante conocido, que es el presidente del Niza, igualmente equipo de la Ligue 1 como el PSG, el club suizo del Lausana. El multimillonario inglés Jim Ratcliffe genera mayor aprecio en la hinchada por ser compatriota. Es el presidente y director ejecutivo del grupo químico INEOS. Pero se sabe que primero quiso comprar el Chelsea (perdió la pugna con el estadounidense Todd Boehly) y que, al parecer, tiene un palco privado en Stamford Bridge. Los medios británicos, así como los estadounidenses, por el origen de la familia Glazer, se han hecho eco de otros pretendientes ocultos a la opinión pública para hacerse con la propiedad y a un precio mayor. Se ha hablado de un fondo de Arabia Saudi, país que trataría de combatir la mayor popularidad de Qatar en el mundo deportivo, y con parecida riqueza económica para comprar lo que desee. Los amigos americanos Existe, en el mundillo de los magnates americanos deportivos, pertenecientes al círculo de los Glazer la atracción por el fútbol y el deseo de hacer negocios con ellos en el ámbito deportivo mediante sus respectivos dominios. John W. Henry y Tom Werner son los propietarios del Liverpool a través de la compañía Fenway (y del Boston Red Sox de beisbol), Boehly lo es del Chelsea (y copropietario de Los Ángeles Dodgers), Stan Kroenke manda en el Arsenal y Los Ángeles Rams (fútbol americano)... Asimismo, en algunos medios se especula con la posibilidad de que algún millonario de origen chino ande detrás de la compra. Tampoco ha trascendido a la opinión pública, pero el United es una pieza apetitosa. Varios inversores chinos han entrado en clubs europeos conocidos (Inter, Milan, Espanyol...) y el club inglés pasaría a ser una adquisición emblemática,

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