Pues sí, amigos, el Madrid (casi) siempre vuelve

La última jornada de Copa debía servir, decían los expertos, para saber si la prodigiosa actuación del Barça en la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid, con demostración futbolística y goleada por todo lo alto, tendría o no continuidad en la denominada ‘nueva era’, que gritó Araujo al entrar en el vestuario culé de Riad. Bueno, para eso y para averiguar si se cumplía la tradición, la leyenda, de que el Real Madrid siempre vuelve. Y ocurrieron las dos cosas. Y las dos situaciones se produjeron de forma sonora, casi escandalosa en cuanto al espectáculo, pero igualmente reales, ciertas y que permitieron demostrar que la crisis no va por barrios sino que los dos equipos, pese a todo, están muy vivos. Goleada culé El Barça, con los reservas pero, de pronto, con los buenos (Xavi no quiso bromas y, en el descanso, metió a Gavi por Pablo Torre porque ‘solo’ iban 0-1 y se acordó del Intercity), arrolló en Ceuta y el Real Madrid, tras una primera parte solo a la altura del ‘siestete’, no del sextete’, muy, muy, parecida a la de la final de la Supercopa, acabó protagonizando la primera remontada sonada del 2023, que, ya para muchos, presagia las otras cuatro remontadas que le conducirán, cómo no, a la conquista de la 15ª Copa de Europa, perdón, Champions. Sí, amigos, sí, el Real Madrid (casi) siempre vuelve aunque, anoche, en Villarreal volviera a protagonizar una primera parte tan, tan, tan lamentable que acabó provocando los gritos del sereno y señorial Carlo Ancelotti, que, en el descanso, exigió a sus jugadores “¡despierten, señores, despierten, que estamos eliminados!”, lo que provocó, según reconoció ‘Carletto’, “una espectacular reacción” de sus chicos. Eso sí, primero el que reaccionó fue él, sentando a dos de los que no corrían, Kroos y Rodrygo, y metiendo a dos que le salvaron y con los que no parece contar: Asensio y, sobre todo, Ceballos. Pero Ancelottí, que, de vez en cuando, además de ironizar con los penaltis inventados y soltar alguna que otra bromita, por la que jamás le castigan, anoche estuvo revanchista con la prensa, ya que, al acabar el partido y pasar por la zona mixta del estadio de La Crerámica y encontrarse a algunos periodistas, les dijo, irónicamente, puede, sí, “¿qué?, ha habido que cambiar rápidamente la crónica ¿no?” Pues, sí, ‘Carletto’, sí, tan rápidamente como tú cambiaste la alineación, el estilo (patada larga de Courtois, saltándose el centro del campo blanco) y la intensidad. Después de que tú hicieses todo eso, nosotros cambiamos la crónica. Pero no solo estuvo chulito ‘Carletto’, no, no, también estuvo chulito, ¡vaya que sí!, el ‘community manager’ que maneja la web oficial del Real Madrid, que lanzó un “¡camarero! una de remontada”, dedicado al popular e internacional ‘camarero’ Pepe Reina, que se había picado con Vinicius y recibió el varapalo de las autoridades blancas, a través de su web oficial. De la misma manera que muchos, como el gran Morientes, gritó en antena “este muerto está muy vivo” aunque, inmediatamente, con el señorío que le caracteriza, reconoció que “en el descanso, creía que, esta vez sí, iba a ser imposible la remontada porque se le vieron los mismos defectos, errores y caos que en la final de la Supercopa nate el Barça”. Pero aquí está, de nuevo, el Real Madrid, sin Kroos ni Modric, que están recuperándose de cara a los momentos, dicen, decisivos. Y, como le dijo Ancelotti a un cabreado Rodrygo, cuando fue sustituido, “usted, a mí, me saluda ¿entendido?” Pues eso, amigos, saludemos el regreso del Real Madrid, que (casi) siempre vuelve, a lo que son, que lo sepan, los cuartos de final más impresionantes de la historia de la Copa del Rey de fútbol. Nunca antes, jamás, se habían encontrado en el mismo bombo los seis mejores clubes españoles (el 7º sería la Real Sociedad y el gran invitado, Osasuna) como son Real Madrid, Barça, Atlético, Athletic, Valencia y Sevilla. Repito: lo nunca visto.

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