Brasil acepta la ‘herejía’ de un seleccionador extranjero

El Brasil futbolístico anda desnortado tras el pescozón que Croacia propinó a la ‘seleçao’ en la tanda de penaltis de los cuartos de final y la apeó, de forma tempranera e inesperada, del Mundial de Qatar. Con un cierto punto de altivez, la Confederaçao Brasileira de Futebol (CBF), aun a sabiendas de que Tite dejaba el banquillo con el ‘hexa’ o siendo linchado (como ha ocurrido), se negó a tratar la sucesión con antecedencia y, ahora, el sentimiento de desazón y de improvisación se ha apoderado del país. Y en un escenario de incertidumbre, la solución extranjera –adoptada con mucho éxito por los clubs locales- va ganando enteros con una fuerza como nunca se vio anteriormente. Según una encuesta de Datafolha, ya son el 41% de los brasileños que se muestran a favor de rasgar la tradición y entregar, por primera vez en la historia, la dirección de la ‘verdeamarela’ a un foráneo, mientras que los contrarios, con un 48%, aún son mayoría. El cambio de tendencia, sin embargo, es muy significativo, porque en la última oleada, hecha en julio cuando se había cultivado el convencimiento de que Brasil era el gran favorito en Qatar, la diferencia era abismal: solo un 30% a favor de un no local y un 55% en contra. El debate no pivota en torno al estilo o a la idea de juego; a implementar un proyecto inmediatista con los pesos pesados o a la construcción de un equipo de futuro como hizo Argentina con Lionel Scaloni en la última legislatura; o incluso si se va a contar o no con Neymar Jr. tras el período de reflexión que se ha tomado sobre su futuro en la selección. Es una búsqueda por un ‘salvador’, en este caso del honor patrio futbolístico, que conecta con lo que ocurre en las elecciones presidenciales. De Abel Ferreira a Jorge Jesus Se contraponen nombres como los del portugués Abel Ferreira, el mejor discípulo que jamás tuvo Mourinho y que triunfa en el Palmeiras (donde ha ganado dos Libertadores, 2020 y 2021, y el último Brasileirao) a su compatriota Jorge Jesus, ahora en el Fenerbahce, que enamoró en el Flamengo con su juego ofensivo y de toque, donde sumó cinco títulos (incluido la Libertadores y el Brasileirao) entre 2019 y 2020. Que el futuro de la ‘seleçao’ esté en manos del absolutista presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues, aún crea mucho más desconcierto y desconfianza. Un burócrata del balón, sin carisma y sin una trayectoria reconocida en el fútbol nacional, lo que lo hace ser un extraño para millones de ‘torcedores’, será “el único encargado”, como recuerda en cada comparecencia, de designar a un seleccionador que, al margen de lo que indique su pasaporte, estará bajo un nivel de hipertensión como no se vivía hacía décadas. No es la tercera estrella de Argentina, celebrada por una parte muy significativa de Brasil entendiendo que era un éxito regional que conllevará beneficios para el fútbol sudamericano, quien apremia a Brasil. Son los propios fracasos. La ‘verdeamarela’ llegará al Mundial 2026 sin haberse colocado la corona de laurel, como mínimo, durante 24 años. Y esta fue la misma distancia que había entre México-70 y Estados Unidos-94 y que sirvió de coartada para que Carlos Alberto Parreira, en nombre de la eficacia, dinamitara cualquier resquicio de ‘futebol arte’ de la ‘seleçao’ de 1982 y 86 de Tele Santana para reunir una banda de operarios, en que la ‘dupla’ Romario-Bebeto colocaba algo de magia en los metros finales. La involución futbolística de los últimos años de Brasil ha sido palpable con una serie de técnicos gauchos de mentalidad retrógrada: Dunga dos veces, Mano Menezes, Luiz Felipe Scolari en su segunda etapa (la del 1-7 con Alemania en 2014) y Tite los últimos seis años. Guardiola, el sueño imposible Para la refundación de la ‘verdemarela’, a la CBF le encantaría contar con Pep Guardiola, pero su salida del Manchester City en junio apunta a quimera, aún más cuando acaba de renovar hasta 2025 y le acaban de fichar una superestrella como el noruego Erling Haaland. Ronaldo Nazário, que marcó la agenda durante todo el Mundial, también aplaudía el fichaje de Carlo Ancelotti, pero el italiano se descartó en una rueda de prensa en Valdebebas. Mourinho, que también cuenta con el beneplácito del ‘Fenómeno’, ha rechazado hasta incluso su Portugal. Lo de Zidane, casualidad o no amigo de Ronaldo, es un brindis al sol. Y cuanto más se deshoja la margarita, más el futuro seleccionador llegará empequeñecido porque no fue ni la opción primera, ni la segunda, ni la tercera…

Brasil acepta la ‘herejía’ de un seleccionador extranjero

Nunca hubo hasta ahora una corriente de opinión tan favorable a un técnico extranjero para dirigir la ‘seleçao’ tras el fracaso en el Mundial de Qatar

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