CHARLA CON EL JUGADOR DEL GIRONA

Entrevista a Oriol Romeu, fichaje estrella del Girona: "Era todo demasiado bonito como para no coger este tren"

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Arnau Segura

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En la radio suena 'Jo competeixo', de Manel: 'Aquí no serveix tenir una dona bonica, aquí es tracta d'estar disposat a entomar una bala'. "Necesitas alguien que pueda aportar esa faceta de ganar duelos y dar solidez y equilibrio", asiente Oriol Romeu (1991). Él es ese alguien en un Girona que ansía imponer el estilo elegante de Míchel Sánchez.

Llega a la entrevista en el mismo coche que Aleix García, vecino de Ulldecona y del doble pivote rojiblanco. "De pequeño era muy trasto y tenía muchas heridas. Mis padres estuvieron a punto de llevarme al médico porque pensaban que tenía la piel más fina, con más facilidad para abrirse", recuerda. Su madre, "pobre", casi trabajaba más de enfermera que de administrativa. Sus amigos siempre le repiten que le han puesto tantos puntos en el cuerpo que él solo podría ganar una Liga.

Umbral diferente de dolor

Su té arde. Lo deja sobre la mesa y admite que quizás tiene un umbral del dolor diferente, con timidez: "El doctor del Girona me dijo que tenía una fisura en la planta del pie. Y que cualquier otro jugador quizás no podría ni entrenar. Yo no había notado nada". "En el Barça me hice una microrotura en una pierna, pero como acababa de subir al filial no quería parar. Seguía y seguía. Después de tres semanas me miraron y me había roto tres o cuatro veces", explica.

No le duele que su parte más física y bestia esconda su parte más técnica y bella, pero tiene ganas de demostrarla

En un pie, una llaga escupe algo parecido al Betadine mientras él sonríe y responde. Duda cuando se le pregunta si encuentra más placer en un marcar un gol o en cortar una jugada. Hacer o evitar: "Me da placer ser capaz de demostrar poderío, presencia, ser dominador. Con o sin balón. Hacer goles es muy bonito por el éxtasis de alegría, pero disfruto mucho cuando voy al choque. Lo que más disfruto es leer bien una jugada, anticiparme, recuperar el balón y jugarlo rápido hacia adelante. Esta sensación me alimenta".

"Lo que más disfruto es leer bien una jugada, anticiparme, recuperar el balón y jugarlo rápido hacia adelante. Esta sensación me alimenta"

— Oriol Romeu, jugador del Girona

No le duele que su parte más física y bestia esconda su parte más técnica y bella, pero tiene ganas de demostrarla. "A los mediocentros se nos etiqueta como una cosa o la otra", musita. Puede parecer un enemigo del juego, pero lo ama: durante la lesión que sufrió en 2021 se sacó el título de entrenador y trabajó con los analistas del Southampton y antes de cada encuentro escribe lo que espera vivir sobre el césped. Después, los revisa y evalúa con un analista personal.

Oriol Romeu / Jordi Cotrina

Un proyecto atractivo

Dicen que es uno de los mejores fichajes de la historia del Girona, o el mejor. Y acepta el reto: "Si no te estresa nada es que te la suda y si te estresa mucho es que estás cagado. Me siento en un punto intermedio, con una presión positiva y mucha ilusión". Reconoce que el proyecto del equipo le pone los pelos de punta. Que quiere seguir relatando días futbolísticos en su diario: "Son situaciones y emociones que no podremos disfrutarlas siempre".

"Si no te estresa nada es que te la suda y si te estresa mucho es que estás cagado. Me siento en un punto intermedio, con una presión positiva y mucha ilusión"

— Oriol Romeu, jugador del Girona

Y que quiere ayudar a escribir la historia del Girona en la élite, todavía exigua. "Ahora Juanpe ha hecho el récord de partidos en Primera con 72. Yo en el Southampton hice más de 200. Queremos hacer que el Girona sea un club de Primera durante muchos años y estos récords no sean nada dentro de diez años", acentúa Romeu, a las puertas de los 31 años.

De una Champions a llorar un 9-0

Sabe que su rol será capital, en el verde y en la caseta: para aportar experiencia y liderazgo en los momentos buenos y en los momentos malos. Ha convivido con el triunfo y con el fracaso: ha logrado una Champions League (con el Chelsea en 2012, un año después de salir del Barça) y ha llorado un 9-0 (ante el Leicester en 2019).

"El fútbol no es ni tan fácil ni tan claro como se pinta. Hay que tener los pies en el suelo cuando ganas. Y saber apretar cuando la rueda está más justa"

— Oriol Romeu, jugador dl Girona

"El fútbol no es ni tan fácil ni tan claro como se pinta. Hay que tener los pies en el suelo cuando ganas. Y saber apretar cuando la rueda está más justa", recalca. En un equipo con mucho talento joven cedido de grandes clubes, Romeu, que jugó a préstamo en el Valencia, tiene un consejo: "Pensaba que como venía del Chelsea tenía que ser titular indiscutible. Pero el estatus hay que ganárselo. Cuando no has vivido tanto puedes pensar que por haber hecho un buen Mundial sub20 ya se te tiene que tratar de una manera diferente".

Oriol Romeu / Jordi Cotrina

Volver a casa

Admite que, para llegar a Girona, "han encajado muchas piezas. Si no fuera así no habría salido de Southampton, porque allí estaba realmente bien". También ha sido clave, quizás más que nada, la posibilidad de volver a Catalunya. Está a tres horas y a 300 kilómetros de Ulldecona, pero reitera que se siente como "en casa".

"Estoy en una etapa vital en la que ya priorizas otras cosas. Valoras el pack completo: analizas y dices 'realmente, ¿qué nos hará felices?'. Era todo demasiado bonito como para no aprovecharlo"

— Oriol Romeu, jugador del Girona

Echaba de menos hablar en catalán, incluso en castellano, en el vestuario y el campo. "Ahora tenemos un peque de un año y medio y también es importante poder estar más cerca de la familia, para que pueda crear sus relaciones cerca de casa. Es algo que también ha pesado y ha ayudado a que la decisión fuese todavía más fácil", cuenta. Ha salido perdiendo en el plano económico. "Pero estoy en una etapa vital en la que ya priorizas otras cosas. Valoras el pack completo: analizas y dices 'realmente, ¿qué nos hará felices?'. Era todo demasiado bonito como para no aprovecharlo. Era el momento de coger este tren. No sabíamos si volvería a pasar", dice. 

Oriol Romeu intenta frenar a Sergio Canales en el Betis-Girona del Benito Villamarín. / Efe

'El quadern gris', de Josep Pla

Se levanta, recoge un té frío de la mesa y anda hacia casa: le espera 'El quadern gris'. Ávido lector desde que Juan Mata le regaló 'Tokio Blues', de Haruki Murakami, empezó el libro de Josep Pla cuando supo que podía recalar en Girona. "Es un buen tocho", ríe. Lee mucho sobre la mente: "Cuanto más lees, más entiendes y reconoces lo que estás viviendo y lo que te está pasando. Y te causas menos trampas de las que nos hacemos a nosotros mismos y tomas mejores decisiones. Y cuando levantas una piedra te salen 40.000: cuanto más averiguas, más te queda por averiguar".

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"No soy ni mejor ni peor por leer más o menos. Al final lo que somos son las acciones que llevamos a cabo"

— Oriol Romeu, jugador del Girona

"No soy ni mejor ni peor por leer más o menos. Al final lo que somos son las acciones que llevamos a cabo", matiza en tono serio. Cuando se va se ve un león tatuado en la pierna derecha, donde enlazó tres lesiones graves antes de los 25: "Simboliza la garra, la lucha". En el antebrazo derecho luce un tatuaje en honor de su abuelo Pedro y una frase en latín: Lux in tenebris. "Para recordar que siempre habrá luz en la oscuridad y para recordar que todo pasa".

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