FÚTBOL

Auge y desplome del fútbol chino

  • La Superliga, hace unos años polo de atracción de estrellas mundiales por sus desorbitadas fichas, ofrece hoy un panorama desolador de clubes históricos desaparecidos, salarios adeudados, estadios vacíos y cracks internacionales en éxodo 

El Jiangsu Suning, vigente campeón de la Superliga china.

Al fútbol chino se le derritieron las alas al acercarse al sol. Un lustro atrás pretendía convertirse en la sexta liga del mundo tras los grandes campeonatos europeos y hoy todas sus señales sugieren una crisis estructural: clubes históricos desaparecidos, salarios adeudados, estadios vacíos, estrellas internacionales en éxodo y cerrado el maná del sector inmobiliario. El fútbol, al fin y al cabo, ha sido un verso libre en China. Es la única industria que no ha acompañado el auge nacional de las últimas cuatro décadas, tercamente asentada en el ridículo, y ha sufrido como ninguna los embates del coronavirus en un país que lo atraviesa sin apuros reseñables.