La primera gran competición deportiva en ponerse en marcha en medio de la pandemia del coronavirus ha sido la Bundesliga. Ha sido un retorno inusual, alejado de la pasión que suele caracterizar una liga de fútbol. Sin gente en los estadios, manteniendo las distancias y goles celebrados con escaso contacto físico. La reapertura ha dejado unas cuantas imágenes inusuales ahora pero que amenazan en convertirse en rutinarias en los próximos meses.
El Freiburgo celebra según los consejos sanitarios un gol ante el Leipzig. /
Las ligas de toda Europa están pendientes de cómo se desarrolla este fútbol plagado de medidas sanitarias para minimizar los riesgos de contagios. El primer gol por cierto, lo ha marcado el talentoso delantero del Dortmund Erling Haaland, de solo 19 años y un futuro prometedor. Feliz por el tanto, nadie le abrazó, tal y como recomendó la dirección del torneo alemán.
El banquillo del Fortuna Dusseldorf., con los suplentes con mascarilla y distanciados. /