En el contexto de reconstrucción verde que van a marcar los próximos años, va a ser necesaria una reindustrialización de la economía, con sectores fuertes que aporten valor añadido y creen ocupación de calidad. 

El sector del agua, además de constituir un servicio esencial en sí mismo, va a tener un papel destacado en el desarrollo de otros sectores y proyectos para avanzar en la actuación frente la emergencia climática y el impulso del Pacto Verde Europeo, basado en la transición ecológica, la transformación digital, la cohesión social y territorial y la igualdad de género.

La FP Dual debe ser un factor clave en el ecosistema de aprendizaje y desarrollo de nuevas competencias que requiere el nuevo entorno. Agbar promueve desde 2012 la FP Dual del agua, un modelo pionero de colaboración público-privada el cual, gracias al compromiso persistente con su extensión territorial a lo largo de estos años ha permitido que más de 300 personas se hayan formado entre los centros públicos de formación profesional y más de 20 empresas del Grupo en Catalunya, Galicia, Madrid, Comunidad de Murcia, Andalucía y a partir del próximo curso escolar también en Canarias.

La FP Dual es una propuesta estratégica, en primer lugar, para el empleo de calidad, el cual forma parte de uno de los ejes esenciales del pacto social que propone Agbar territorio a territorio para contribuir a una recuperación económica sostenible y equitativa. 

A su vez, la FP Dual mejora la productividad y competitividad de las empresas y los sectores económicos, ya que contar con una formación más especializada redunda en el dominio de herramientas adaptadas a la realidad laboral actual, facilitando la eficiencia y mejora continua de los servicios. 

Establecer sinergias

La alianza público-privada es la esencia de esta modalidad formativa. La colaboración entre las diferentes administraciones públicas, las empresas operadoras de agua en cada territorio y los centros de formación permite el desarrollo de proyectos sumando el conocimiento específico de las empresas con la planificación de una oferta educativa ajustada a las necesidades del sector y de la sociedad, tanto en lo que se refiere a la competencia técnica del alumnado como a la demanda existente a nivel sectorial. Es decir, ofrecer la formación necesaria cuando sea necesaria en el momento necesario y adecuado. 

Esta colaboración público-privada destacada también se extiende al conjunto de las iniciativas relacionadas con la cualificación profesional, con una visión integrada que tiene la FP Dual como el elemento central de la formación inicial reglada, que se complementa a su vez con la formación continua de los empleados en activo y el reconocimiento de la experiencia profesional mediante la acreditación de las competencias basadas en las cualificaciones profesionales del sector de la gestión de recursos.

La conexión entre centros y empresas incluye también la cooperación entre el profesorado de los institutos y profesionales con amplia experiencia en el ciclo del agua que ejercen funciones de tutoría y docencia. Esta relación es otra de las garantías de éxito de la FP Dual. 

A través de la Escuela del Agua, se facilita formación técnica específica a los equipos docentes de los centros, contribuyendo así a su actualización permanente, y se coordinan los aspectos organizativos de los ciclos formativos de grado medio y superior. 

Sensibilización

El hecho que grandes empresas, como Agbar en el sector del agua, estén profundamente comprometidas con la FP Dual ejerce una función tractora y de referencia a la hora de dar a conocer, despertar interés y generar confianza entre el futuro alumnado, lo cual debe complementarse con un adecuado proceso de orientación. La sensibilización en edades tempranas permite mostrar las nuevas tendencias y capacidades a desarrollar para hacerlas más atractivas y mostrar la demanda real, que a menudo puede contradecir ciertas percepciones sociales. 

El grado de inserción laboral –incluso superior al de carreras superiores– o el éxito profesional de mujeres en posiciones profesionales de los sectores industriales son datos que pueden ayudar a tomar la decisión de apostar por la formación dual y romper, entre otras, las barreras de género.

Y es que la FP habilita hacia la profesión, pero no solo desde la perspectiva técnica de los contenidos, sino también de metodologías y modelos de trabajo; el hecho de realizar una parte muy importante del aprendizaje en las empresas acerca al alumnado a las formas reales de trabajo, que están evolucionando muy rápidamente en los entornos profesionales gracias a la digitalización y el teletrabajo, a la necesidad de aprender a lo largo de la vida y de adquirir nuevas competencias en continuo, y al predominio de una mentalidad innovadora y participativa, capaz de enfrentarse a retos que todavía no conocemos.