La serie documental de Netflix "El caso Asunta: Operación Nenúfar" ha reconvertido en mediático el crimen de Asunta Basterra, una niña asesinada en 2013 por sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra, ambos abogados, quienes fueron juzgados y sentenciados a prisión como coautores del crimen. 

Rosario Porto, condenada a 18 años de prisión, estuvo 7 años en prisión en 3 cárceles distintas (A Lama, Teixeiro y Brieva) por este asesinato hasta que decidió suicidarse en 2020. Los funcionarios de la cárcel la encontraron muerta en su celda. La mujer se quitó la vida, algo que ya había intentado en otras ocasiones, y su muerte se produjo por asfixia, igual que la de Asunta.

Ya había intentado quitarse la vida en otras ocasiones. El 12 de noviembre de 2018 lo intentó estando en la ducha y llamó a voces a su compañera de celda alertándola de lo que estaba haciendo, por lo que los funcionarios acudieron de inmediato y el episodio terminó ahí.

Su muerte, igual que el asesinato de su hija adoptiva fue premeditado. En la celda no apareció ninguna carta ni escrito, pero sí le dio tiempo a recoger todas sus pertenencias en bolsas antes de quitarse la vida. El hallazgo del cuerpo se produjo por funcionarios después de que no bajara al comedor a la hora del desayuno.