Siempre se ha dicho que las cucarachas podrían sobrevivir a una bomba nuclear. Y aunque el mito se desmontó cuando diversos estudios indicaron que no es así, parece ser que ahora estos insectos sí que pueden sobrevivir a los insecticidas.
Las llamadas "cucarachas mutantes" no son más que insectos con alta resistencia a los productos químicos convencionales. Pero, ¿a qué se debe este fenómeno?
Jorge Galván, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla), explica que estos animales han sufrido "mutaciones genéticas aleatorias", lo que ha provocado que se vuelvan resistentes a dichos productos químicos.
Un hecho que ha desatado todas las alarmas: "Actualmente, es un problema de salud pública", afirma Juan J. Zamudio García, supervisor de servicios en RapiPlaga Málaga- empresas de control de plagas-, perito judicial de la misma rama.
Zamudio Juan explica que "es un conjunto de factores que están propiciando esta situación". En primer lugar se debe a que los formatos de productos que se han estado usando, desde hace 30 años hasta ahora, han dejado de tener eficacia: ·Por ejemplo, el atrayente de las jeringuillas está hecho a base de hidratos de carbono y las cucharas que quedan son las que tiene aversión al hidrato y no comen dicho gel·, indica.
Algo que no viene de ahora: "Ya en 2006 se detectó que había poblaciones de cucarachas que no comían este gel", recalca.
A esta problemática se suman las restricciones de Europa en los insecticidas: "Cada vez se restringe más las moléculas y formulaciones que podemos usar, ya que no se pueden usar ciertos venenos. Son normas de países del norte, donde la problemática no es igual, y aun así logran imponerse. Pero, aquí necesitamos esos productos".
Cucaracha alemana y americana
En Cataluna, principalmente, están presentes dos tipos de cucarachas: la alemana y la americana. A las cucarachas pequeñas se les conoce como la primera, mientras que la americana son las más grandes: "La americana no tiene una tasa de reproducción tan alta, el problema son las pequeñas", dice el experto de Rapiplaga.
Estos insectos están presentes todo el año, pero hay "picos donde se ven más". Son de sangre fría, por lo que en invierno no tienen actividad, y permanecen “congeladas”. Una vez que aumentan las temperaturas, comienzan a tener mayor actividad.