La duración y frecuencia de la ducha, una acción rutinaria para todos, es un tema que causa mucho debate entre la población. Los partidarios de baños de media hora se oponen a aquellos que prefieren uno de apenas cinco minutos. Aunque, según la OMS, solo uno de estos grupos tiene la razón.

En los últimos años, ha adquirido importancia para la salud de nuestra piel y pelo, y como consecuencia, cuestiones como el tiempo qué pasamos en la ducha, el tipo de jabón que utilizamos o las veces que nos bañamos a la semana. Pero la primera cuestión ya ha sido solucionada por la OMS, quién no recomienda excederse más de cinco minutos.

Si superamos esos cinco minutos de ducha, nuestra piel podría sufrir consecuencias como irritación o rojez. También la OMS ha destacado la importancia de usar jabones neutros, que no alteren el PH de nuestra piel.

Además de las afectaciones más visibles, optar por una ducha larga también elimina los microorganismos de nuestra piel. La última recomendación es evitar agua excesivamente caliente, ya que también puede dañarnos.

Una ducha de cinco minutos puede gastar hasta 80 litros de agua. Por las restricciones de agua que se han acordado en Catalunya por la sequía, se añade una razón más para optar por un baño corto.