No acaba de salirle bien ninguna escenificación política a Alberto Núñez Feijóo. Y eso que esta semana lo tenía todo para afianzarse como líder preferido en el electorado que decide las elecciones, el que tanto puede votar al PSOE como al PP, que a buen seguro no está muy contento con los socialistas por el pacto mediante el cual Bildu ha arrebatado la alcaldía de Pamplona a los populares. Feijóo había preparado una rueda de prensa de balance del año en el momento en que, en medio de una gran tensión, se consumaba la moción de censura en la capital navarra, y durante su intervención había situado al PP como el único partido de Estado y constitucional, frente a un Pedro Sánchez entregado a la "amnesia, mentira e indignidad" para permanecer en el poder. 

La jugada era muy clara, y Feijóo hizo bien su parte. Pero, como en otras ocasiones, la gente cuyo papel en la performance era denunciar el supuesto atropello democrático, poner cara de tristeza y esperar su turno en la oposición proporcionó un agarradero a los socialistas. La alcaldesa saliente, Cristina Ibarrola, criticó el pacto entre el PSOE y Bildu con una metáfora desafortunada: "Nunca sería alcaldesa con los votos de EH Bildu. Jamás, pase lo que pase. Nunca apoyaría a EH Bildu. Prefiero fregar escaleras".

A partir de ese momento, las redes sociales se convirtieron en un campo de batalla entre los que subrayaban que para los pamploneses es mejor cualquier alternativa que estar gobernados por alguien capaz de pronunciar la frase que pronunció Ibarrola y los que llamaban a no quedarse en lo anecdótico e ir al meollo del asunto: el pacto con la ETA, que sigue viva en los discursos pese a que provocó su última víctima hace 14 años. "La pones un día a fregar escaleras y acepta los votos de la Gestapo si hace falta", resumió en X @aleidoscopic.