Movimiento a la desesperada

Victoria's Secret, ¿feminista?

La firma lencera entierra a sus 'Ángeles' y ficha a 'jefas' empoderadas para lavar su pasado patriarcal, sus lazos con Epstein y su pérdida de ventas frente a nuevas marcas más inclusivas como la de Rihanna

La tienda de Victoria’s Secret, en la calle New Bond, en Londres. / TOBY MELVILLE (REUTERS)

Renovarse o morir. Eso es lo que pretende Victoria's Secret, en el penúltimo movimiento a la desesperada para intentar salvar la firma que lo fue todo en lencería a finales desde los 90 y hasta principios de este siglo. Después de varios 'annus horribilis' con ventas cayendo en picado, con críticas del movimiento #Metoo a su famoso desfile de 'Ángeles' alados ligeros de ropa y con un Índice de Masa Corporal que no pasaría el corte de ningún Colegio de Endocrinos, de sus turbios lazos con el escándalo de Jeffrey Epstein, después de su manera flagrante de cosificar a las mujeres y de no atender con sus caras prendas a la variedad de sus cuerpos, -como sí lo han hecho potentes firmas que han llegado después al mercado y que le han pasado la mano por la cara, como por ejemplo la inclusiva y sexi Savage x Fenty, de Rihanna, ahora Victoria's Secret, el gigante de la lencería, ha decidido subirse al carro de las Mujeres Empoderadas, y de esta manera agarrar un salvavidas que evite la bancarrota.