Viajar a veces puede ser una pesadilla. Un compañero de autobús que ronca, viajeros del tren que chillan o guerras de codos por los reposabrazos del avión son algunas de las situaciones más incómodas y comunes que podemos encontrar durante nuestros trayectos.
Quienes viajan en avión de forma regular podrán encontrar una solución a la más que molesta situación de no poderse apoyar en el reposabrazos porque el viajero de al lado se lo ha apropiado con el Soarigami, un invento inspirado en el origami.
El artilugio, de plástico plegable y que puede adquiririse en Amazon por 25 dólares, está diseñado para dividir el disputado espacio del reposabrazos en dos partes e incluso ampliar el espacio destinado a cada uno de los codos del viajero.
"¡Es un artilugio ganador!", dicen en el vídeo de promoción, en el que incluso destacan que la separación entre ambos codos está pensada para ser una barrera física entre ambos viajeros.