Un socorrista ha impedido bañarse con camiseta a un menor transgénero, en Salinas de Añana (Álava). En solidaridad con su compañero y en protesta contra la prohibición, unos 50 jóvenes del campamento musical Gazte Rock se han lanzado vestidos a la piscina. Al verse desbordado por la avalancha solidaria, el vigilante ha llamado a la Ertzaintza para recuperar el control del lugar y echar de la piscina a los adolescentes.
Según algunos familiares de los menores, el joven discriminado quería bañarse con la camiseta puesta porque se sentía más cómodo. El socorrista ha decidido ceñirse a las normas de higiene estipuladas, que solo permiten entrar al agua con biquini y bañador. Los monitores han intentado explicar al vigilante por qué el menor transgénero prefería entrar en la piscina vestido, pero no ha atendido a razones.
El concejal del municipio Clemente Pérez de Nanclares, del Partido Nacionalista Vasco, ha defendido a ultranza al vigilante, en la Cadena SER: "Es posible que al socorrista le faltara mano izquierda, pero es un muy buen socorrista. ¿Se equivocó? Vale, pero no tuvo mala intención e hizo lo que hizo aplicando la normativa". Aun así, ha admitido que él hubiera actuado como los compañeros del menor discriminado y que entiende la respuesta de los jóvenes. El edil considera que todo ha quedado aclarado, tras dialogar con los monitores, y defiende que solo ha sido un malentendido.