El submarinismo está en auge y supone un gran reclamo turístico, pero cabe recordar que se trata de una actividad de riesgo. El pasado viernes, falleció un submarinista experimentado de 61 años y dos personas más resultaron heridas en Cadaqués (Alt Empordà) tras explotar una cámara hiperbárica portátil instalada en su barco.
Tras el accidente mortal, los expertos recuerdan que el buceo conlleva un gran peligro y recomiendan revisar periódicamente los equipos de submarinismo. Es importante seguir un ritual de control de botellas y etiquetaje y, sobre todo, ir acompañado en todas las inmersiones.
Además, el ascenso a la superficie debe ser lento, ya que el cuerpo se somete a una presión extrema bajo el agua y los pulmones no funcionan de forma natural. Sin embargo, la cautela y la prudencia siempre serán las mejores aliadas para evitar cualquier accidente.