Un instructor de puenting ha sido acusado de homicidio imprudente por la muerte de una joven holandesa en el 2015, a causa de su "inglés macarrónico".
La Audiencia de Cantabria desestimó el recurso presentado por el dueño de la empresa organizadora de la actividad. Considera que el acusado debería haber comprobado si la joven era mayor de edad antes de realizar el salto.
Además su bajo nivel de inglés podría haber confundido a la saltadora. El instructor le dijo "no jump", queriendo decir "no saltes", y la joven podría haber entendido "now jump", que significa "ahora salta". La forma correcta de expresar esta orden en inglés habría sido "don't jump".