Empezaron los raperos a cantar, a pedir "sonrisas", el ambiente del vagón cobró otro aire, más relajado, el anciano se levantó para darles unas monedas olvidando su muleta y, entonces, surgió la magia. Se giró y le pidió bailar a su pareja, que estaba sentada junto a él, pero ella se negó por la vergüenza. Acto seguido, se lo pidió a otra mujer, que aceptó.
Y la esposa de ese señor viejo con espíritu joven, tan jovial y lozana como él, se hizo la indignada y consiguió otro 'partenaire' con quien bailar al ritmo del hip hop. Corte de mangas al marido, este que hace ver que quiere pelearse con el hombre que le ha arrebatado a la esposa, baile, risas, aplausos, buen rollo...
La escena, divertida, simpática, maravillosa, tuvo lugar la tarde del viernes en un convoy de la línea 1 del metro de Barcelona a la altura de la parada de Hostafranchs. Un momento que ha quedado para la posteridad porque una lectora de EL PERIÓDICO lo ha grabado en un vídeo y lo ha colgado en Facebook, donde ha arrasado con más de 7,7 millones de visualizaciones. Ha sido compartido más de 120.000 veces, ha cosechado más de 83.000 'me gusta' y más de 5.300 comentarios.