La intérprete británica Helen Mirren utilizó la cena de Corresponsales celebrada la noche de ese sábado pasado en la Casa Blanca para hacer su particular homenaje al recientemente fallecido Prince. La ganadora del Oscar a la mejor actriz por su encarnación de Isabel II en 'La Reina' apareció con un elegante vestido de color púrpura en referencia a la canción más célebre del artista. Y no solo eso. Bajo su clavícula llevaba un pequeño tatuaje (probablemente pintado con un rotulador) que representaba el símbolo con el que Prince se presentó en 1993, una mezcla de los símbolos de los géneros sexuales masculino y femenino.
La actriz dijo que quería hacer honor al legendario cantante, y bromeó diciendo que le hubiese gustado poder decir que el propio Prince le hizo el tatuaje, aunque confesó que se lo hizo ella misma en el baño.
Su gesto fue de lo más comentado en la cena, haciendo sombra a los chistes del presidente Obama, que acabó por decir que "Helen es sencillamente maravillosa".