Patricia Such fue una de las personas al frente del proyecto que impulsó Seat durante la pandemia para fabricar respiradores de emergencia en la planta de montaje de Martorell, Barcelona.
-¿Cómo vivió liderar un proyecto de esta envergadura?
-Para mí fue un honor y una satisfacción profesional enorme poder participar en este proyecto aportando mi granito de arena, pero no habría sido posible hacerlo sin la implicación de un equipo de hasta 150 personas de Seat laborar de forma voluntaria. Todos y cada uno ayudaron aportando lo que sabían hacer para desarrollar hasta 13 prototipos, llevarlos a producción, transformar las líneas de montaje, conseguir las autorizaciones necesarias del Ministerio de Sanidad y proceder a su distribución... en solo 15 días.
-¿Ha sido difícil escalar, siendo mujer, en una empresa del sector de la automoción?
-Es cierto que el sector de la automoción sigue altamente masculinizado, pero también es cierto que en los últimos años cada vez hay más mujeres desarrollando tareas en todas partes. En Seat somos más de 3.000, por encima del 20% de la plantilla. En mi equipo hay un 55% de mujeres y las posiciones de management de mi departamento están ocupadas por el mismo número de mujeres que hombres.
-El 70% de las matriculaciones en la carrera de medicina son de mujeres. Sin embargo, el sector de la salud sigue estando masculinizado ¿Por qué?
-Cada vez hay más presencia de mujeres en lugares visibles. Por ejemplo, hasta hace poco ha habido una consejera de Salud en el Govern de Catalunya. También hay directoras de hospitales que tienen una destacada visibilidad. Es una cuestión de tiempo. Los equipos de investigación están formados por mujeres con mucho empuje y muy pronto empezarán a tomar el relevo.