Meritxell Bautista es la única mujer presidenta de un canal de televisión en España. En el 2013 fundó la operadora de telecomunicaciones Fibracat.
-¿Cómo surgió la idea de lanzar el canal de televisión?
-Era un proyecto en el que llevaba tiempo trabajando. Cuando llegué a este sector me di cuenta de que había muchas mujeres potentes y, en cambio, nadie las conocía. Leí un estudio que dice que las niñas a los seis años ya dan por asumido que la tecnología, la ciencia y las matemáticas son demasiado complicadas y son algo de niños. Y me pregunté: ¿Por qué? Y busqué cómo dar voz y visibilidad a mujeres de todos los ámbitos para crear referentes femeninos y romper las estadísticas
-¿La brecha de género en las carreras STEAM sigue siendo preocupante. ¿Qué cree que estamos haciendo mal?
-Si queremos que la igualdad se convierta en normalidad, debemos empezar por la base: construir unos buenos cimientos. Educación. Familia y referentes femeninos reales en los que mirarnos. Y esto se logra normalizando portadas de periódicos con mujeres. Las matriculas en escuelas y clubs de fútbol se han disparado. ¿Por qué las niñas de repente han descubierto el fútbol? No, porque Alexia Putellas abre telenoticias y ocupa portadas de diarios mundiales con el FC Barcelona. Para soñar algo tienes que verlo antes. Hay que hacerlo en todos los ámbitos, especialmente en el STEAM.
-¿Cuáles fueron sus referentes?
-Me inspira la libertad de Frida Kahlo, la fuerza de Kamala Harris y el éxito de Rosalía. ¡Sin Hedy Lamarr yo no me ganaría la vida! Pero he estudiado con los ejemplos de “grandes hombres” que son gurús del éxito empresarial y tecnológico. ¿Lo cambiamos?
-¿Por ser mujer te has visto condicionada en alguna ocasión por etiquetas y prejuicios?
-Todas las que puedas imaginar. Una mujer fuerte, de 1.81, rapada, feminista y sin miedo a competir en un sector masculinizado, se lleva todas las etiquetas posibles. Pero no me condiciona. Todo lo contrario, me empodera a seguir adelante para mí, y para las jóvenes y mujeres que, como yo, queremos ser libres y romper con estereotipos.