El PSC vuelve a estrellarse y se queda con un solo eurodiputado

Como negro presagio de lo que se avecinaba, la sede del PSC permaneció desértica durante buena parte de la noche. Cuando aparecieron las huestes socialistas, caras largas y resignada pesadumbre para encajar otro mazazo electoral. El partido de Pere Navarro siguió agujereando su suelo electoral y obtuvo el 14,28% de los votos, un porcentaje similar al que logró hace un año y medio en los comicios autonómicos, pero que supone una sangría de 22 puntos respecto al resultado del 2009 y que tuvo como puntilla la pérdida de uno de los dos eurodiputados. Los próximos cinco años, Javi López será la única voz socialista catalana en Bruselas. En su primera valoración, Navarro se limitó a anunciar la enésima «reflexión» interna, aunque ya prepara una renovación a fondo de la ejecutiva del partido.

El PSC no consiguió esta vez parar el golpe que le pronosticaban las encuestas y los resultados fueron todavía peores. El partido recabó 357.736 votos, la mitad de los 708.888 sufragios que le dieron el triunfo hace cinco años con nada menos que el 36%. La sangría se repartió por todo el mapa catalán, pero se cebó mucho más de lo que la dirección socialista esperaba en el área metropolitana barcelonesa. El auge de ERC e ICV y la penetración de nuevas fuerzas de izquierda alternativa en el otrora cinturón rojo enciende la luz de alarma en el PSC a un año para la cita electoral en la que los socialistas suelen exhibir más músculo, las municipales.

Es cierto que el PSC logró mantener el primer puesto en bastiones históricos, como Cornellà, Badalona, Gavà y Santa Coloma de Gramenet, pero en muchas de ellas ha cedido la mitad de los votos, entre 20 y 25 puntos respecto al 2009, y cedió el primer puesto a ERC en Sabadell y Terrassa. Los republicanos se situaron en segundo lugar en núcleos como Gavà y Sant Boi. Pero la ciudad que se ha convertido en el agujero negro socialista es Barcelona. En la capital de Catalunya, el PSC se precipitó hasta la cuarta posición, arrollado por ERC, CiU e ICV. Reunió 70.852 votos, frente a los 152.905 de hace cinco años. En todas las provincias catalanas, el PSC se quedó como tercera fuerza política.

Navarro forzó una interpretación positiva recalcando que el partido se mantiene porcentualmente en niveles similares a las últimas autonómicas, aunque apostó por continuar el proceso de «renovación» del partido. El siguiente paso, antes del verano, será remodelar la ejecutiva para cubrir las vacantes que han dejado los exdirigentes críticos.