Belleza sin complicaciones y sin pasar por quirófano

La alternativa a la cirugía tradicional

Efectivos y poco invasivos, así son los retoques estéticos sin cirugía. Sus rápidos resultados y la comodidad de su aplicación hacen de ellos una apuesta segura para mejorar la imagen sin pasar por el quirófano

Tratamientos de belleza.

Cada necesidad estética tiene su solución y, gracias a los tratamientos médico-estéticos, no es necesario realizar una gran planificación para una recuperación en casa, ya que producen escasas molestias, y se administran bajo anestesia tópica. Esto permite llegar a tiempo a cualquier evento con la mejor cara o simplemente porque apetece verse bien cuando se quiera.

Los tratamientos estéticos más famosos son las inyecciones de bótox y ácido hialurónico. El primero sirve para reducir las arrugas alrededor de los ojos, las famosas patas de gallo, frente y entrecejo, gracias a la administración de la toxina botulínica, que disminuye los movimientos de los músculos de dichas zonas. El segundo tiene como objetivo rellenar y difuminar las arrugas situadas en el surco nasogeniano y alrededor de los labios, el llamado código de barras, eliminar bolsas y ojeras alrededor de los ojos, dar volumen en labios y pómulos, y recuperar la definición del óvalo facial.  

A las inyecciones de ácido hialurónico se le pueden añadir cócteles vitamínicos que potencian sus efectos rejuvenecedores y tienen gran éxito, especialmente en pieles a partir de los 40 años. Aportan luminosidad, ayudan a difuminar cicatrices y mejoran el acné, una afección que está aumentando debido al uso obligatorio de mascarillas sanitarias.  

Otro aspecto a tratar son las cicatrices, marcas de acné y manchas solares, que también ponen años encima. El láser mejora las afecciones como la cuperósis y la rosácea, y reduce las arrugas, dejando una piel suave y uniforme, mientras que el peeling químico produce una renovación a distintas profundidades de la piel a través de la aplicación de ácidos químicos que producen una exfoliación. Este tratamiento es mejor realizarlo en invierno y primavera, cuando los rayos del sol son menos activos.

Alternativas a lo tradicional

Una de las grandes alternativas al lifting facial tradicional son los llamados hilos tensores. Esta técnica recupera de definición del óvalo facial y combate la flacidez en mejillas y cuello, eliminando las arrugas. También rejuvenece la mirada y levanta las cejas, lo que aporta una aspecto juvenil y menos cansado, sin recurrir a la blefaroplastia. En la actualidad existen en el mercado hilos hechos de materiales compatibles con los tejidos de la piel, por lo que son reabsorbibles y no producen rechazo, asegurando así los buenos resultados.  

La flacidez de cuello y escote pueden tratarse con ultrasonidos de alta densidad que focalizan su acción. Indicados para esta zona de piel fina y sensible, que en ocasiones suele descuidarse, y que debido a su exposición al sol o la acumulación de grasa termina formando la llamada papada.

El factor psicológico que aporta el hecho de cuidarse y sentirse bien con uno mismo es muy importante. Los tratamientos estéticos facilitan este bienestar personal, ya que la imagen que proyectamos puede suponer una barrera en nuestras relaciones personales, y mejoran la confianza en uno mismo.