El servicio de Urgencias del Hospital General de Sant Boi (Parc Sanitari Sant Joan de Déu) sufre desde hace varios años un colapso de su espacio físico, que es ocupado por pacientes graves con necesidad de ingreso hospitalario y que no son trasladados a planta, por lo que permanecen en Urgencias más de 24 horas tras la indicación de ingreso por su médico.
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Es habitual, por desgracia, que a las ocho de la mañana encontremos a más de 25 pacientes en Urgencias que deberían estar en la planta de pacientes ingresados. Este hecho produce unas consecuencias muy negativas sobre el funcionamiento de este servicio: se ocupan todas las camillas de la Unidad de Observación, se ocupan los boxes destinados a visitar a los nuevos pacientes y se ocupan todos los huecos de los pasillos.
Así, el servicio de Urgencias no puede llevar a cabo su tarea fundamental, atender a los pacientes graves que acuden allí, porque no se dispone de ningún espacio físico donde visitarlos. A los pacientes de nivel III de triaje (graves), que deberían ser visitados -según las recomendaciones de las guías clínicas de las sociedades científicas- en menos de 15 minutos, no los podemos visitar hasta que pasan varias horas.
La noche del 26 al 27 de noviembre, el tiempo de espera para ser visitado llegó a las 12 horas. Esta semana el colapso ha empeorado, llegando a 35 pacientes ingresados que se quedan en Urgencias. La situación es crítica e insostenible; algunos pacientes llevan 48 horas en una camilla en un pasillo.
Los trabajadores de Urgencias hemos entregado una carta de protesta a la dirección del centro, donde exponemos la situación y solicitamos soluciones inmediatas. La hemos firmado 80 personas de todas las categorías profesionales: médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, celadores.
No podemos más; trabajamos con angustia y desesperación. Los pacientes graves que acuden a Urgencias no se merecen este trato indigno.