Cada día se acentúa más. Durante mis desplazamientos y mi jornada laboral observo la utilización de un tercer carril imaginario. Ubicado entre vehículos que circulan en paralelo, por él circulan vehículos de dos ruedas, motos y bicicletas, que surfean entre los coches y los vehículos pesados, sin importarles que sean sus cuerpos la carrocería de sus vehículos.
Entretodos
Adelantamientos por la derecha sin dejar distancia entre los vehículos. Y si les recriminas la acción te regalan una peineta. Bicicletas que a velocidad constante van pasando semáforos, ya sean en verde o rojo indistintamente. Falta de respeto entre los usuarios de la vía pública. El más débil es el más perjudicado.
¿Qué hacemos para mejorar la circulación? Mientras no eduquemos en las escuelas educación viaria, mientras para la obtención del carnet de conducir primen las cuotas y no la calidad, mientras la capacitación teórica para conducir no sea una asignatura más en las escuelas, padeceremos percances derivados de esa mala gestión y nos encontraremos con cada vez más conductores incívicos. Y lo más grave, seremos un número en las estadísticas de los accidentes de tráfico.