Los sábados por la tarde, Barcelona es una ciudad fantasma. Sin embargo, conozco uno de los puntos más altos del municipio en los que puedes seguir disfrutando de la cultura y el arte urbano.
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Al parecer, algunos músicos callejeros suben a tocar a la montaña de Montjuïc los sábados por la tarde. Jóvenes y adultos se sientan a disfrutar de las vistas y la música con su unidad familiar. Mascarillas, aire libre, distancia y esa cultura urbana que define a la ciudad dan un respiro a estos fines de semana tan desoladores.
Barcelona es cultura y arte. Ahora, más que nunca, nos damos cuenta de que estos pequeños momentos son los que definen el carácter de esta ciudad. Echamos mucho de menos nuestra esencia.