Es un ejercicio de ignorancia o mala fe de los secesionistas catalanes acusar al Gobierno central de inmovilismo y de falta de voluntad política por negarse a acordar un referéndum de autodeterminación legal y pactado.
Entretodos
Ni este Gobierno, ni ningún otro, tiene competencias ni potestad alguna para negociar, pactar o autorizar un referéndum de autodeterminación en Catalunya o en cualquier otra comunidad autónoma, mientras permanezca vigente la Constitución de 1978, que dice: "Artículo 1, 2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del quien emanan los poderes del Estado. Artículo 2. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas".
Un texto tan nítido y sencillo que puede entenderlo en más tonto del lugar. Por tanto, señor Puigdemont, no haga trampas. Usted debería saber que el referéndum de autodeterminación no se tramita en la Moncloa, sino en el Congreso de los Diputados.