La propiedad del escaño es motivo de debate cuando una formación política seduce a un candidato de otra militancia en una estratégica maniobra de moción de censura que para su éxito precisa de su voto. Quien se presta a cambio de alguna regalía abandona el partido al que pertenece pero no devuelve el escaño. El saliente incumple la Carta ética y los pactos antitransfuguismo y desprecia al elector que, salvo el Senado, vota al partido más que al candidato y traiciona el mandato electoral, subvierte y degrada la política. ¿Debe reformarse la Constitución y la Ley Electoral para evitar la degradación de la política española y la erosión de la confianza de la ciudadanía en las instituciones? ¿Debe exigirse a los políticos ética y dignidad?
Entretodos