Si habéis estado 'online' esta última semana estoy convencida de que en un momento u otro os habréis cruzado con alguna opinión sobre los continuos ataques tránsfobos de J.K. Rowling, hasta este punto es casi imposible evitarlo. Alrededor de 2017, J.K. Rowling empezó a deleitarnos con sus poco profundas y bastante infundadas opiniones sobre lo que ella considera qué es ser mujer y sobre quién tiene el derecho y quién no de declararse con ese título. Más allá de estas opiniones, mi pregunta es, ¿porque siente esta escritora infantil la potestad de hablarnos y educarnos sobre temas de género? Y aún más, la que podría haberse quedado como la autora de libros infantiles más icónica de una generación, ahora es percibida por la mayoría de sus antiguos lectores como una mujer rabiosa y anticuada. ¿De verdad no cuesta tanto callar?
Entretodos
En mi opinión, ser una persona capaz de crear vidas imaginarias sobre chicos, con escobas entre las piernas y pócimas en las manos, claramente no te da razonamiento suficiente para decidir y definir lo que significa el género a gente ajena.