Un día después de declarar el estado de alarma ya podíamos dar el 'examen' por suspendido. A las 7.30 de la mañana los andenes de las estaciones llenos y los vagones del tren a reventar. Por no comentar el inmenso calor que hacía al estar todos pegados espalda con espalda. Muchos usuarios grababan la situación y comentaban la injusta realidad que vivimos.
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A excepción de fin de año, nunca nos encontraremos algo así en plena madrugada. Ojalá que el toque de queda sirva para reducir el índice de contagios, pero ya va siendo hora de aumentar la frecuencia del transporte público que pagamos entre todos y que usamos para ir a trabajar.