Me preocupa mucho el impacto que la tecnología está teniendo en las generaciones futuras. En una reunión familiar, me di cuenta con preocupación de como mis primos pequeños estaban constantemente absortos en las pantallas de sus dispositivos móviles. Cuando intenté animarlos a participar en las conversaciones familiares y les quité los dispositivos, reaccionaron de manera agresiva, lo que evidenció la seriedad de su adicción a la tecnología.
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Estamos creando una generación joven que está totalmente inmersa en la tecnología, buscando la satisfacción instantánea y prefiriendo el camino más fácil. Sin embargo, más allá de preocuparme por esta generación en sí, me preocupa especialmente el futuro de los hijos de estos jóvenes, cuya crianza y educación podrían verse gravemente afectadas por este nuevo paradigma.