Me encontré bajándome la mascarilla para inhalar una nueva dosis de nicotina. Allí, en el banco retirado donde llevaba sentada unos minutos, me di cuenta de lo absurdo que es llevar mascarilla para evitar contagiar y que te contagien algo que puede matarte, y dejar de usarla a intervalos para consumir algo que puede matarme.
Entretodos
Supongo que la misma razón que me ha servido como detonante para dejar un mal hábito será la misma que en otra persona despierte algo similar a "ya que tengo que morir, yo elijo cómo". Tal vez sea más práctico y útil elegir cómo vivir.