Quería poner el foco en cómo el Brexit ha afectado a los residentes británicos en España. Los que han decidido pedir la residencia en España y lo han hecho con anterioridad al 31 de diciembre de 2020 no van a tener mayores problemas. Hay unos requisitos que se deben cumplir y nada más. Podrán seguir disfrutando del sol, la comida y la simpatía de los españoles.
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Ahora bien, para todos aquellos que compraron una segunda residencia en España y pasaban aquí seis, nueve u once meses al año y volvían al Reino Unido para ver a sus seres queridos, la vida no les será tan fácil a partir de ahora. El visado de turismo es de 90 días seguidos con un máximo de 180 días de estancia en el país; de lo contrario se entiende que se es residente y debe cumplir los requisitos: tener un seguro médico privado y un permiso de conducir europeo, demostrar recursos económicos superiores a 2.000 euros mensuales y algunos más.
Hay en el mercado inmobiliario ofertas de segundas residencias de británicos que se van de España. Debe ser que no será tan fácil estar aquí y allí, en algunos casos se ofrecen las casas en Airbnb cuando están allí.
Particularmente, creo que durante años han aprovechado el sistema de salud, precios asequibles a sus bolsillos en el mercado inmobiliario y han sacado tajada del mercado vacacional alquilando sus propiedades y aportando poco.