El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Sitges tiene un mantra que lo justifica casi todo: la palabra 'sostenibilidad'. Para ellos, esto equivale a dejar que la naturaleza actúe aunque sea a costa de ir perdiendo sus playas. Una parte importante de ellas están en franca regresión desde hace ya varios años, ante la mirada indiferente del equipo de gobierno. Parece que no les importa la pérdida de atractivo turístico y su paulatina decadencia.
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Los habitantes de Sitges hemos de contemplar con impotencia como día a día esa labor de muchos años para estar siempre en un reconocido primer nivel turístico se está diluyendo a causa de esa inoperancia municipal. La puntilla a esta situación la acaban de dar con un nuevo Plan de Usos y Servicios en las playas, que conlleva una fuerte reducción de toldos, hamacas y chiringuitos. Dicen 'no' a aportaciones de arena... y tampoco presentan ningún proyecto que a corto o medio plazo pueda estabilizar sus playas.
Pienso que esta política tan 'insostenible' está más bien basada en intereses partidistas o quizá también en otras razones menos 'nobles'.