Hace unos días me encontré a un hombre tirado en el suelo en la esquina de la calle de Vilamarí con Sepúlveda de Barcelona. Intenté levantarlo, pero no pude (tengo 71 años). Le tomé el pulso, y a continuación llamé al 112. Eran las 12.37 horas.
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Lo primero que se me preguntó es si se trataba de un sintecho. Obviamente contesté que ni lo sabía ni me importaba, pero que le podía asegurar que era un ser humano, no un perro vagabundo. La persona que me había atendido me contestó que enseguida llegarían los Servicios Sociales. No me lo creí, pero esperé su llegada.
Al final, con tristeza, alrededor de las 13.20 horas tuve que marcharme, y me di cuenta de que no vendría nadie, y que no vendrían. Posiblemente era un sintecho.