Tienes un hijo, una hija, y de las primeras cosas que buscas es la sillita de coche más segura, la mejor, y no te importa gastarte la mitad del sueldo porque estamos hablando de su seguridad.
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Pero cuando van de excursión hay un limbo legal y has de dejar que tu hijo o hija vaya desprotegida, sin silla de coche en los asientos del autobús, sabiendo que, si hay un accidente, nada, literalmente nada, les protegerá.
¿Para cuándo, entonces, exigir que los autobuses lleven sillitas o mecanismo especiales para la seguridad de nuestros menores ?