Recientemente, en el mundo del deporte y en el de la restauración, dos personas conocidas, de gran estima y relevantes en sus respectivas profesiones, fallecieron de forma inesperada por causas no comunicadas. Es el tratamiento informativo opaco que se dispensa al suicidio. El suicidio es la primera causa de muerte no natural en España. La autolisis es un acto de extraordinaria valentía frente a la muerte y, a su vez, de enorme cobardía ante la vida. El suicidio es multifactorial. Se ha convertido en uno de los principales problemas de salud que se ha exacerbado con la pandemia. Destaca sobremanera la incidencia de la muerte por decisión propia en la adolescencia. La salud mental debe dejar de ser tabú, hay que darle voz y visibilizarla. La sociedad no debe estigmatizar la enfermedad mental, sino dignificar y empatizar con el enfermo, dialogar, abordar la problemática con más recursos, con la participación de psiquiatras, psicólogos y psicopedagogos en los centros educativos y en la red sanitaria.
Entretodos
Debe educarse en la aceptación y la tolerancia a la frustración, ayudar a los jóvenes a ser resilientes, a gestionar y afrontar los problemas. Debe actuarse de forma inmediata, decidida y contundente contra el acoso escolar, que sume al afectado en una espiral de tristeza y de depresión, patología con frecuencia infradiagnosticada e infratratada, como antesala al suicidio. Nunca mirar hacia otro lado por parte de los responsables docentes. Hace falta determinación, implicación y acción. Es preciso articular estrategias adecuadas contra el silencio que rodea la salud mental para eliminar o reducir la muerte evitable.