El servicio municipal de Bicing en Barcelona es vergonzoso: estaciones vacías a todas horas, en toda la ciudad; la mayoría de bicis en mantenimiento; las que funcionan lo hacen de manera muy regular, con fallos en frenos, sillines rotos; las bicicletas eléctricas sin apenas batería, lo que no me permite acabar el trayecto...
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Bicing ya lo sabe, porque cuando hablas con sus trabajadores reconocen que falta gente pero que los que mandan no quieren solventarlo (literal).
Si pago por un servicio qué menos que este sea mínimamente correcto. Es una vergüenza.