¿Cómo definir lo que sentimos los españoles ante la duda del presidente del Gobierno si le merece la pena continuar? No podemos llamarnos "político" cuando nos planteamos, con los rumores y mentiras, como bien dice Sánchez que son, te hagan dudar de si debes trabajar y luchar por tu país.

Qué decepción, independientemente del partido político al que representes. Qué chasco nos llevamos los ciudadanos al ver que tenemos a una persona débil dirigiendo nuestro país, nuestra economía, nuestra sociedad. Qué debilidad de país. ¿En qué mundo vive nuestro presidente? Los ciudadanos de a pie, diariamente nos encontramos con muchas trabas. En la juventud hay fases en las que no sabemos qué estudiar, compañeros que nos desprecian, humillan, momentos en los que sentimos que el mundo está en nuestra contra.

Cuando llegas a la etapa de trabajar, encontramos trabajos que no nos aportan lo que esperábamos, compañeros en el trabajo que no nos aceptan y nos critican... Y jefes con los que no cuadraremos. Así es la línea de la vida, pero no es que el mundo esté en tu contra, es que hay situaciones complicadas y en las que hay que defenderse, si es posible.

Señor Sánchez, su puesto de trabajo se debe a millones de personas que han confiado en sus palabras y en su proyecto. Su trabajo no es un trabajo personal que pueda decidir que lo deja sin más porque no le compensa, su trabajo es un país que le puso ahí por unos años. Representa al país, no a su persona.

Qué niñería la suya. ¿Qué les enseñaremos a nuestros pequeños?, ¿que si no le gusta el profesor se quede en casa unos días y luego vemos si le cambiamos de cole? ¿Es así de simple? Hay que enseñarles a defenderse: a hablar, a dialogar y entender que no todo va a ser como queramos.

¿Qué le enseñamos a la juventud?, ¿que si no están convencidos con su trabajo lo dejen unos días para pensar? Hay que ser persona comprometida, y si quieres dejarlo lo dejas, pero hay que ser serios. Señor Sánchez, su trabajo es un país, y ahí no se descansa.