Sabemos que la pesca es fuente de alimentos riqueza y empleo. Nos hallamos en pleno siglo XXI, en teoría siglo de progreso y de conocimiento, pero el sector pesquero (de gran tradición en nuestro país) no se encuentra en su mejor momento. ¿Causas? Muchísimas, pero la principal es la eterna desavenencia entre armadores, marineros, comercializadoras y administración. La actividad pesquera del futuro se ha de basar en una competitividad legal, en la biodiversidad y en puestos de trabajo de calidad.
Entretodos