Seguramente, Sant Jordi sea una de las fechas más esperadas del año. Adentrarte por las calles y recorrer todas las paradas viendo esos libros con portadas que te dicen "léeme" es inigualable.

Si la diada cae en día festivo el relato cambia completamente. Recuerdo el año pasado, que cayó en domingo, recorrí toda Barcelona con mi pareja viendo paradas. Este año, al caer en martes, será distinto, pero no por ello inolvidable. La jornada laboral de ocho horas, que tanto nos pesa a muchos, estará marcada por un pequeño incentivo, salir para poder disfrutar de tu ciudad y sus paraditas, en mi caso Sabadell.

Tendré menos tiempo, lo que lo hará más intenso, pero seguirà siendo igual de emocionante que cualquier otro año.