Otro año más llega el triunfal Salón del Manga de Barcelona. Otra vez han vendido sus entradas en un tiempo récord. Y otra vez bajo un verdadero caos y desorganización. Han permitido un sistema de venta el cual solo ha alimentado la reventa de entradas, que pueden verse por decenas en páginas de segunda mano a precios de verdadero susto. Todo esto dejando fuera a verdaderos fans del evento, muchos de ellos con disfraces preparados para la ocasión. Y a muchos niños que tampoco podrán disfrutar de un recinto que para ellos es mágico.
Entretodos
Un verdadero desatino por parte de la organización, que se desvincula de cualquier tipo de responsabilidad, cuando hay sistemas como la identificación por DNI. Su web falló desde el minuto cero, provocando que miles de personas que intentaban acceder no pudieran hacerlo, y otros tantos con entradas cobradas por duplicado.
Un año mas, el caos. Pero lo que prima es anunciar a bombo y platillo que sus entradas se han vendido. Ficomic ha hecho gala, una vez más, del poco respeto al público.