Los resultados de este martes son un serio revés para el PSOE y un aviso de lo que puede suceder en el futuro. El actual Gobierno de la nación lo es con el apoyo de la izquierda y partidos nacionalistas o regionalistas, pero la comunidad de Madrid ha mostrado lo que le puede esperar al PSOE en los lugares donde no hay partidos regionalistas o nacionalistas: que la derecha suma más que la izquierda. Pocas esperanzas para la izquierda de recuperar comunidades autónomas gobernadas por la derecha, y el miedo en el cuerpo que se debe haber instalado en los actuales presidentes de Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón o Asturias.
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Y respecto a unas generales, el votante de centro, que tanto puede votar a PSOE como a PP, ahora mismo difícilmente votará socialista -en Madrid, ningún votante de Ciudadanos en 2019 ha votado a la izquierda y sí ha habido traspaso de voto socialista a voto popular- sabiendo que en el 'pack' de un futuro gobierno socialista está Podemos en el Gobierno y una política de gestos hacia nacionalistas e independentistas (mesas de diálogo, traslado de presos, indultos...).
En la derecha, Vox puede causar ese mismo efecto, pero están actuando con inteligencia no pidiendo entrar en los gobiernos. Si a esto le sumamos el previsible deterioro económico causado por el covid y los recortes que habrá que hacer, las cosas no pintan bien para la izquierda.