No sé si tú eres asiduo de las rondas barcelonesas. Esa carretera que rodea la ciudad, en donde la velocidad suele estar limitada a ochenta kilómetros/hora. Algunos tramos, incluso a sesenta. No sé tú, pero cada vez me quedo más atrás, mirando pasar a vehículos rojos, azules, grandes y pequeños, bonitos y feos. Y no es que no quiera llegar antes a mi destino, o no tenga prisa, es que intento cumplir con la norma, en beneficio de todos, aunque en ocasiones me fastidie. No sé tú, pero me gustaría que esta vez, sin que sirva de precedente, estuviéramos de igual a igual, de tú a tú. Pero para ello, tendrás que respetar el límite de velocidad y asumir que tal vez seamos los últimos de todos. Pero, por algo se empieza, ¿no crees?
Entretodos